Un concentrador de oxígeno es un dispositivo que concentra el oxígeno de una fuente específica (típicamente el aire ambiente) y proporciona una mezcla de gases enriquecida con oxígeno. Generalmente, un concentrador de oxígeno utiliza la tecnología conocida como "adsorción por oscilación de presión", un proceso físico para la separación de mezclas de gases mediante adsorción bajo presión.
Además, está equipado con filtros y tamices moleculares que ayudan a eliminar el nitrógeno del aire para garantizar un oxígeno puro al 96% para el paciente. Estos dispositivos también cuentan con una interfaz electrónica que permite ajustar los niveles de concentración de oxígeno y las configuraciones de flujo. El oxígeno producido es inhalado por el paciente mediante el uso de una cánula o una mascarilla para oxigenoterapia.
Generalmente, el flujo de salida del concentrador de oxígeno se mide en LPM o l/min (litros por minuto). El médico determinará qué nivel de oxígeno es necesario, el cual puede variar en reposo, durante el sueño o bajo esfuerzo.